PKM: Proyecto Arceus Bueno, aquí traigo mi fic que empecé en otro foro. Espero que les guste. Capitulo 1: Para ser un Maestro -Joven, están listos para verlo- La dama en el mostrador le dijo a Ash. El joven de 21 años de edad se levantó y se inclinó cortésmente- Gracias. -Ellos se encuentran a través de las puertas y al final del pasillo- Le informo la dama. Ash abrió las puertas enormes, -Me habría imaginado que iban a hacer algo tan grandes para el Consejo Mundial Pokemon. Ash al entrar se encontró en un pasillo enorme, parecía que lo alto del pasillo era de algunos 40 pies de alto, del suelo al techo. Las paredes eran decoradas con imágenes de los legendarios entrenadores Pokémon del pasado y presente. Hubo algunos que Ash reconoció como Drake de la Elite Four de Hoenn, Agatha de la Elite Four de Kanto estaba allí también. Había también un número de instructores que no reconocía bien, supuso a que deben de haber sido de diferentes regiones y mucho antes de que él naciera. Al final del pasillo había dos puertas más grandes, las abrió. La habitación estaba completamente a oscuras y Ash sólo podía ver a unos metros delante de él. -Bienvenido, Ash Ketchum de Pueblo Paleta- Una voz le gritó. Ash no podía ver la figura que habló con él, un hombre dio un paso adelante. Tenía pelo de punta roja y llevaba una capa oscura. Ash reconoció al hombre de inmediato. Era su mentor y amigo, Lance el Maestro Dragón, uno de los mejores entrenadores del mundo. -¡Lance!- Lo llamo Ash. -¿Ha pasado tiempo, no es así Ash? Permíteme ser el primero en darte la bienvenida al salón del Gran Consejo Mundial Pokemon- Lance le dijo. -Gracias. Este lugar es increíble, pero tengo una pregunta ¿Por qué la sala esta tan oscura?- Ash preguntó. Lance sonrió, con varias luces que se encendían y la habitación se hizo visible. Era una habitación grande y redonda con los cuadros de más entrenadores legendarios en las paredes. En el extremo opuesto de la habitación de donde Ash y Lance se encontraban, había un podio con un asiento grande y una serie de asientos que lo rodean, parecían como asientos de estadio, y en el centro había un estrado. Lance y Ash procedieron al centro y subieron al estrado. Ash miró a su alrededor y pudo ver una gran cantidad de instructores de alto nivel en los asientos que les rodeaba, miraban fijamente a Ash. Ash volteo a ver a un anciano en el asiento mas grande que había. -Arturo, éste es el joven que he nominado- Lance dijo, empujando a Ash hacia adelante. -¿Usted puede responder por él?- El anciano dijo con una voz fuerte. -Sí- Lance respondió. -Este joven ha conseguido mucho en su corta vida. Más que algunos miembros del Consejo aquí presentes, han logrado en el mismo período de tiempo. Sin faltarles al respeto. A los diez años de edad comenzó su viaje como entrenador, desde entonces ha sido siempre guiado por el legendario Ho-Oh a lo largo de su camino. Ha logrado una gran compasión y un estrecho vínculo con sus Pokemon, incluso ha visto a el gran Arceus. Con murmullos que surgían de los asientos. El anciano, levantó el brazo y en la arena todo estaba en silencio. -Ash Ketchum de Pueblo Paleta, soy Arturo, Jefe del Consejo Mundial Pokemon. Usted ha sido llevado ante nosotros hoy por Lance el Maestro Dragón, el y entre otros entrenadores destacados, le han designado a ser otorgado el título de Maestro Pokemon. Ash quedo impactado al escuchar estas palabras, -¿Yo?¿Maestro Pokemon?... -Has logrado mucho en los 11 años de entrenador que tienes, tus habilidades de batalla son impresionantes, tu compasión por tus Pokemon es fuerte, sin embargo, debo preguntarte, ¿Crees ser capaz de convertirte en un Maestro Pokemon?- Arturo preguntó. -No- respondió Ash. Hubo una conmoción entre el Consejo Mundial al escuchar la respuesta de Ash. ---- El primer capitulo fue corto, así que decidí poner el segundo capitulo, aquí esta: Capitulo 2: Desplegando sus Alas Mientras en una residencia en la ciudad de Petalia en Hoenn, una familia se encontraba un poco triste. -No puedo creer que este día finalmente haya llegado. Nuestra niña esta apunto de salir de casa para siempre.- Caroline dijo con los ojos empañados. -Ya, ya, ella tiene 20 años y quiere hacer lo que ella ama. Debemos estar felices por ella.- Norman dijo en tono tranquilizador. Caroline y Norman se llenaron de alegría y tristeza al mismo tiempo cuando se enteraron que su hija mayor, May iba a convertirse en maestra en una escuela de coordinadores Pokemon que se encontraba en la región de Kanto, e iba estar muy lejos de casa. -Gracias, papá. Sé que será difícil para ustedes al saber que ya no viviré aquí, pero prometo que voy a hablar con ustedes a menudo.- May dijo con una sonrisa mientras empacaba su equipaje. -Esta bien si no llamas muy a menudo, lo sabes bien- Norman dijo, -Tu madre sobrevivirá, eso pienso. Caroline miro a su marido con una mirada de molestia, -Es que es muy duro para mi ver a mi bebé que se vaya de casa, eso es todo,- termino de decir Caroline con algunas lagrimas en sus ojos -Mamá, voy a estar bien. Además, Ash estara ahí, para que sepan que estaré en buena compañía.- May le informo a su madre, que al parecer lo había olvidado. -Ah, sí, por supuesto, se me había olvidado. Es un buen chico, me alegro de que ustedes dos estén juntos. ¿Cuándo te va a pedir que te mudes con él?- Caroline le pregunto a su hija con una sonrisa socarrona. May se sonrojo mucho al escuchar a su madre, -¡M-mamá! Me voy a quedar con su madre, ¡No con él!- termino de decir May muy avergonzada. -Sabes que a tu madre y yo no nos molesta que ustedes dos vivan en la misma casa.- Norman le decía a su hija con una sonrisa,-Después de todo, va a ser mi futuro yerno. La joven se sonrojo aun mas y le contesto a su padre, -¡Papá! ¡Ya basta! deja de decir esas cosas. Me estas avergonzando mucho. Los padres de la joven solamente sonrieron y rieron un poco al ver a su hija ponerse así. Pero el sonido de un carro les llamo la atención y los tres que se encontraban en la casa sabían bien de quien se trataba. Era el transbordador, listo para llevar a May a Ciudad Portual y de ahí tomar el barco para partir a Ciudad Carmín en Kanto. -Ese es el carro que me llevara a Ciudad Portual, me tengo que ir.- May volteo a ver a sus padres. Tomo su equipaje y con la ayuda de su padre, lo bajaron para que lo subieran al vehiculo que estaba esperando afuera de la casa de May. -¡Hola!- May le dijo al conductor y le entregó su equipaje a él. El conductor empacó el equipaje en el coche. May volteo a ver por última vez a su casa. -Estoy segura de que voy a extrañar este lugar, pero esto es realmente lo que mi corazón quiere,- pensó May, algo triste. -Supongo que se llego el día en el que mi hermana se va de la casa, ¿Verdad?- Una voz joven masculina dijo, detrás de la joven. May volteo y vio a su hermano menor Max, -Si, se llego ese día hermano. Max ahora tenia 17 años de edad, ya no era un niño precoz, Max era ahora el líder provisional del Gimnasio de Petalia. Max estaba vestido con ropa activa, no tan diferente de la que usaba Norman. -Va a estar algo vacío aquí sin ti hermana,- Max dijo. May sonrió y le dijo, -Eres un niño grande, y estas demasiado viejo para que me extrañes,- bromeó un poco. Max se burló, -Esta bien, veamos haber cuando vuelvo a ser amable contigo. May lo ignoro y se acercó a su hermano menor, que ahora era estaba de la misma altura que ella, -Te voy a extrañar a ti también, Max. El joven Max correspondió el abrazo de su hermana y pronto sus padres también se unieron al abrazo. May se separo de su familia y se secó las lágrimas que tenia en sus ojos, -Adiós, ya es hora de que me vaya, yo les llamare cuando llegue a Kanto. Max, Norman y Caroline se despedían de May quien ya se encontraba adentro del vehiculo. Y por ultimo el vehiculo arranco en marcha para que llegara a su destino. May se asomó por la ventana de atrás y miro a su familia como desaparecían de la vista, se volteo y miró hacia adelante. -Este es un nuevo paso,- pensó, -Hacia una nueva vida. May metió su mano en su bolsillo y sacó un listón, sin embargo, este listón no era cualquier listón ordinario para ella, este era su listón más preciado, la mitad del listón terracota. La otra mitad le pertenecía a alguien quien ella se preocupaba mucho profundamente, alguien a quien ella quería que fuera parte de su vida, ahora más que nunca. -Espero que este bien, a hora que se encuentra en el Consejo Mundial Pokemon.- May sonrió con un leve rubor, mientras miraba el listón en sus manos. ---------- Bueno espero su opinión y critica, nos vemos.