[Marzo 2025] Dark Souls III

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Reto 14: 2x1 Juega a un juego que encaje en dos categorías de este reto a la vez (Juega a un juego sobre el que otro jugador haya hecho reseña antes (Rider) #16)
Videojuego: Dark Souls III
Plataforma de juego: PS4
Horas de juego: 56 horas (Y estaba underleveled!!!)

Recuerdo que este juego lo compré allá por 2023. Me había comprado la PS4 y quería jugar a algo más que no fuese solo Genshin Impact, así que me fui a echar un vistazo a una tienda de segunda mano de jueguitos de mi ciudad, y encontré el Dark Souls III a un precio irrisorio. Con cierta duda, porque había visto a David y a Pablo jugarlo y sabía bien cómo era el fandom de los juegos de FromSoftware, decidí que probarlo no me haría daño. Como si el mundo se esforzase en echar abajo mi determinación la chica de la tienda me advirtió de la dificultad del juego, admitiéndome que no pudo pasar cierta zona y lo droppeó, como tantos otros. Yo le sonreí y le dije que tampoco me veía terminándolo. Que solo quería saciar mi curiosidad, y ya.

Si pudiese volver a ver a esa chica le diría lo que todos los que se pasaron el juego opinan de esta saga, y a lo que yo me sumo ahora: todos podemos pasarnos el juego. No necesitas ser extremadamente habilidoso ni nacer con ciertas skills, solo entrenar dos cualidades: la paciencia y las ganas de aprender.


¿De qué trata?

Rider ya hizo una reseña resumiendo súuuper bien el lore del juego, pero voy a ser sencilla y concisa. En un mundo donde la oscuridad y la podredumbre tratan de abrirse paso, el descubrimiento de La llama original logra mantener a raya al abismo y la muerte durante siglos, confiriéndole poderes similares al de un dios a aquellos que la encontraron. Con el tiempo, la llama amenaza con apagarse, permitiendo así que la oscuridad avance hasta arrasar con todo a su paso. El Señor de la Luz Solar, la persona que logró encontrar la llama y creó su propio reino, sintió un profundo terror de ver cómo todo lo que había construído amenazaba con desaparecer y se sacrificó para avivar la llama sagrada, manteniéndola viva y con ello a todo el mundo en su lugar.

Sin saberlo, creyendo que el fin justificaría los medios (alterar la vida de la llama), ocasionaría un profundo dolor y sufrimiento a todas las generaciones que lo sucedieron, pues el destino es ineludible y la llama, cada cierto tiempo, volvería a apagarse. Cientos de personas seguirán sus pasos y se sacrificarán para avivar las brasas, pero el precio de alterar la vida de la llama radica en que cada vez se necesitará el sacrificio de almas más y más fuertes para eludir el inevitable final. Y los candidatos válidos para este ritual se reducen más y más con cada ciclo.

La historia comienza contigo, un Latente (persona que intentó enlazar la llama y fracasó en el intento, porque no era lo suficientemente fuerte), que vuelve a ser llamado a la vida para un fin en concreto: encontrar a los cinco señores de Ceniza (personas que sí lograron enlazar la llama en el pasado) y obligarles a volver al Santuario del Enlace del Fuego, para que uno de ellos se sacrifique por el mundo e iniciar así un nuevo ciclo, pues la llama vuelve a amenazar con apagarse. Sí, podéis intuirlo: aquí nadie muere, nadie logra descansar. Todos, así fracasen o logren sacrificarse con éxito, van a ser llamados una, y otra, y otra vez. Van a tener que volver a luchar, a sufrir, a agonizar, para pasar por el mismo ciclo de manera indefinida, solo porque una persona se negó a aceptar su destino.

Es la primera vez que me siento la mala de la película en un juego, porque sí, somos meros recaderos. Pero los pobres Señores de Ceniza tienen motivos más que suficientes para querer eludir la responsabilidad después de tanto, prefiriendo regresar a sus lugares de origen y simplemente sentarse a contemplar el fin de los tiempos… simplemente aceptando su destino y dejando ir. Esa es la moraleja de todo el juego, en realidad.

Y me parece simplemente perfecto.


Reseña y opinión personal

Fua, what a trip huh. Recuerdo perfectamente mi primer pensamiento al encender el juego: los gráficos no eran a lo que estaba acostumbrada. Eran realistas, pero se veía terriblemente sombrío. La paleta de colores y los diseños arquitectónicos están muy en sintonía con el lore del juego, porque todo rezuma tristeza, soledad y agonía allá donde posas la mirada. No obstante sostuve el mando, me puse a corretear por ahí… e instantáneamente supe que iba a amar este juego.

Dark Souls es una carrera de superación personal. Lo intentas, te mueres, te levantas. Lo intentas, aprendes algo nuevo, mueres, te levantas. Lo intentas, sabes lo que debes hacer, ganas. Hay algo profundamente atrayente en la adrenalina, la serotonina y el alivio que te embarga cuando te alzas sobre el cadáver de ese enemigo que te ha dado tantos quebraderos de cabeza. Y es que es así todo el rato. Con enemigos básicos, con NPCs poderosos, con los bosses. La experiencia Souls reside en absorber como una esponja y convertir una batalla insufrible en una coreografía coordinada donde sabes exactamente en qué segundo debes moverte hacia la derecha. Os juro que obtener la victoria da muchísimo placer y satisfacción personal, pero a mí personalmente lo que me llena de vida es acabar disfrutando de los combates en el momento en el que algo hace click en mi cabeza, apago mis sentidos y simplemente termino fluyendo.

Adoro la mecánica de juego, es que no tengo ni una sola queja al respecto. Tienes muchísimas clases para elegir, así quieras ir como un fuerte caballero que puede cargar armas pesadas y lentas, pero dar semejantes ostias; o un ágil hechicero que puede aprender todo tipo de conjuros de distintos elementos y rangos, y que funciona mejor a larga distancia. Esto es lo que más me ilusiona, que es MUY rejugable. Mi build fue a fuerza pero me muero de ganas de revivir la experiencia escogiendo otras clases, otras armas, repartiendo mis estadísticas en otros lados. Sé que se sentirá todo muy distinto, y eso es algo tan difícil de lograr en un juego. Por eso Baldurs Gate 3 fue tan bueno. También te engancha un montón el sistema de subida de nivel; matar a los enemigos te da almas, y con esas canjeas las subidas. Pero claro, si te matan, las almas se quedan ahí, en el lugar donde falleciste, y puedes ir a recuperarlas,,, o te puedes morir por el camino y perderlas para siempre. Hay que saber cuándo retirarse, al más puro cuento de la lechera. Es idéntico a Hollow Knight en ese aspecto, y todos sabemos lo que amo yo ese juego.

El uso de la música me parece más que adecuado, o más bien la ausencia de ella. Hay algo en la falta de una banda sonora mientras vas avanzando por las mazmorras que te llena de tensión el cuerpo. Es como si algo no estuviese bien, como si algo no encajase. ¿Pero sabéis cuándo te ponen tremendas osts? En los combates de jefe. Os prometo que es tal la concentración que tengo en esos momentos que me siento a pensarlo fríamente y no recuerdo ninguna de las canciones que sonaron de fondo. Sé que acompañaban bien, pero también que me ponían mega nerviosa, y creo que ese es el efecto que han logrado con esto. Luego ya escuchándolas en youtube estoy de acuerdo en que suena super épico todo, y que tiene ese carácter melancólico de fondo muy acorde con todas las historias, porque de verdad que no hay nadie feliz en este pinche juego.

Hablando de la historia del mundo y de los NPCs… Literal tenía a mi sensei, Georgie, explicándome el lore mientras iba jugando. Me parece original que no te desmenuzan la historia y te lo cuenten todo como un puzzle cuyas piezas debes ir encontrando tú solita, pero en mi primera partida, donde debía acostumbrarme y asentar muchas cosas, no me senté a investigar tranquilamente. Me abrumó un poco en ese aspecto. También estaba el hecho de que me metí prisa en acabarlo para el reto, pero para mi siguiente run puedo ir mucho más tranquila. Me dijeron que no era necesario jugar al DS1 para jugar este, pero sé que están conectados y que hay muchas referencias, así que me apetece, si vuelvo a jugar al 3 pronto, hacerlo luego de probar ese juego primero. Para enriquecer aún más la inmersión y la experiencia. También quiero darle puntos extra al hecho de que tus decisiones pueden hacer que ciertos NPCs mueran, y que hay cuatro finales también, dependiendo de tus actos. Aquí es igual que en el Little Misfortune:

No hay decisiones buenas o malas, solo consecuencias.


Reflexión final

Como dije, este juego te enseña a dejar ir. Y siento que todo pasa por algo. Si pausé el juego porque me distraje con otra cosa y he vuelto ahora por obra y gracia de mi twin, quizás es porque lo necesitaba.

A veces tengo el problema de dejar capítulos finales de series y animes que me gustan sin acabar porque no quiero precisamente eso, que terminen. Es una tontería, y ya no estoy en ese mood, porque también siento mucha satisfacción tachando cosas de la lista de pendientes, Pero quizás en el fondo todo se resume a eso. Quizás necesito aprender a aceptar las cosas como son y dejar de tirar de algo que no llevará a nada. A pesar de que el último año sí que me forcé a soltar varias cosas que estaba arrastrando desde hacía tiempo, en el fondo siempre queda algo de esperanza.

Debemos aprender a dejar de ser Señores de la Luz Solar, aferrándonos a algo que acabará muriendo no importa lo que hagamos, y ser más Señores de la ceniza, aceptando nuestro destino con madurez y, por qué no, quedándonos con todo lo bueno que hubo una vez. Con la gloria de un reino, la lealtad de una legión, el amor de una familia amorosa o el recuerdo de una dulce amistad.

Nota final: 9

¿Lo recomendaría? Sin lugar a dudas. Es una experiencia que debe vivirse al menos una vez en la vida.