Lo mejor y lo peor de 2017.

Yo no estoy participando en la actividad, mas sin embargo tengo mucho que decir sobre esto. Sobre qué ha significado este año para mí, sobre las grandes pérdidas que he sufrido y tan pocas, como ínfimas ganancias.

Lo peor de este año, el golpe más brutal que podría recibir a mis veinte años, ha sido la pérdida de mi madre. Mi madre falleció el 19 de septiembre debido a un cáncer pulmonar que hizo metástasis en su cerebro, a los 53 años de edad. Un cáncer que le detectaron a finales de 2015. Ella era una parte muy importante en mi vida. Una mujer fuerte, con valores, una mujer que no le hacía ni le deseaba mal a nadie. Mi madre pasó por casi cuatro quimioterapias y una radioterapia, a las cuales yo siempre acompañé. Y ahora, saber que debo encarar el próximo año sin ella me hace pedazos por dentro. Trato de no pensar en ello y los ansiolíticos y antidepresivos me ayudan, pero la echo muchísimo de menos. Ella empezó a escribir su autobiografía cuando diagnosticaron su enfermedad. Autobiografía que no pudo terminar. Yo me he propuesto transcribirla del papel al pc, para poder subir ese pequeño pedazo de su vida que ella misma escribió de su puño y letra, que deje constancia de su existencia en este mismo blog. Espero poder hacerlo pronto.

En marzo falleció mi tío de noventa y dos años por un derrame cerebral y en mayo la madre de mi tía política, consecuencia de un cáncer de mama terminal. Recuerdo que en una entrada anterior pregunté si el 2017 podría ser peor que el 2016. Bueno, a la vista están los resultados.

Ha sido un año horrible y detestable que quedará marcado en mi vida para siempre. No sé si realmente está bien que me alegre de que esté por acabarse. Quiero que termine ya. Quiero que pasen las navidades de una vez, los villancicos, las cenas de familia... Porque ya no hay cenas en familia que valgan. Porque ya no hay risas y estas fechas solo me hacen recordar todo lo que he perdido y jamás voy a recuperar. Ya no hay árbol de navidad ni Belén desde hace casi seis años. Y no quiero escuchar villancicos ni cancioncitas navideñas. La vida me convirtió en una especie de Grinch.

Incluso ver el foro así me hace sentir un desagradable dolor en el estómago. Así que sí, este año ha sido el peor por mucho.

Si puedo sacar algo bueno de todo esto supongo que ha sido haber optado por sacarme el graduado de una santa vez. Formar parte de la escuela para adultos y conocer gente maravillosa allí. Gracias a Abrahám, Fátima, Mabel, Alejandro y Aarón. Gracias por alegrarme un poco este año de mierda.

Gracias también al foro y a los roles, realmente no sé que haría sin vosotros <3

Por lo demás no tengo nada más que decir. No estoy feliz aunque lo parezca, ¿sabeis? Solo quiero que acabe de una vez este año. Mi mejor regalo de reyes será el estreno del anime de Citrus este seis de enero. No quiero nada más que eso. Lo que realmente quiero nadie va a regalármelo.

Lamento esta entrada tan depresiva. Necesitaba sacarme esto de dentro.