¿Cuánto más a de pensar?

Contenido oculto: La canción del alma

Siempre ando con la cabeza despierta, es ya algo demasiado común en mí, algo con lo que he vivido de pequeña, algo que no sé sí me dejará algún día, algo que en verdad no deseo perder ni pronto ni lejos.

Siempre por acá, por allá, buscando qué cosa me dejó dónde estoy, que objetivo tengo en esta vida; ¿para qué sirvo, para qué soy esencial, por qué estoy, no sería mejor no estar?

Pero no puedo no estar, porque ya estuve una vez; tampoco puedo desear que todos nosotros no estemos, porque sería egoísta, un deseo de un solo individuo. ¿Qué es comunidad, qué es amor, qué es querer en si mismo?

Una comunidad lo vemos seguido, el amor se define y siente de demasiadas maneras como para encasillarlo en una sola definición, y el querer...

¿El querer no es amar también? El deseo, la esperanza; ¿el querer no las abarca? ¿Qué sería de mí, de no haber nacido dónde nací? ¿Qué sería de mí, de no haber ido a donde fui? De las personas que me cuidaron, de aquellos que me llegaron a dañar, o los que me incordiaron.

No somos nada relevante; mundanos e insignificante, pero estamos. Comemos, dormimos, respiramos. Andamos, a veces reímos, otras veces no hacemos absolutamente nada. Y aunque seas un loco encerrado en su pieza, o un vago durmiendo en la acera; un huraño en su cueva, un solitario en su caverna. Pues nada, que estas, están y estaremos; ya con gastar energías te has robado una parte de la gran existencia.

Tu desaparición será significativa; el reconocimiento es una invención humana, no necesaria para la vida plena.


Y eso, aquí concluyo esto. No tengo mucho más que decir, seguiré pensando y divagando, porque así soy y no puedo hacer más que controlarlo y sobrellevarlo.

Les deseo un buen día, a esta comunidad, y espero que haya sido una grata lectura para todos aquellos que no tienen nombre ni rostro en este gran e incierto mundo llamado internet.