¡No quiero que se acabe!

Seamos sinceros.

Este año ha sido horrible. Horrible y deplorable y detestable, inaguantable, deleznable, insoportable y mil palabras más acabadas en "able". Ha sido un año pésimo para la política, teniendo a un pitecántropo misógino como el señor Trompeta como presidente de la primera potencial mundial, y hemos perdido grandes estrellas como Carrie Fisher.

Pero yo, dentro de mi kokoro, no quiero que acabe. No porque este año haya sido bueno para mí, en lo absoluto— de hecho ha sido tan malo como para el resto—, sino porque los cambios siempre me han aterrado.

Nunca sé que creer o esperar de ellos. ¿2017 será un buen año? ¿Puede ser peor que este? ¿Es posible eso? ¿PUEDE ser peor?

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Siempre he sido una persona negativa. No está en mis venas, en mi ADN o en lo que quiera que sea eso de ser optimista y pensar que las cosas irán a mejor, porque a veces siento que creerlo no es más que pecar de ingenuo. Y tener esperanza está bien y afrontar el futuro con energía y positivismo está bien.

Pero yo no sé hacer eso, lol. Sorry.

En casa no comeremos uvas. Es una tradición en mi país, pero como siempre hemos sido una familia unida y la muerte de mi tío fue hace apenas dos años, eso de dar besos y felicitar el año nuevo entre nosotros está de más. No nos sale de dentro. Simplemente cenaremos en silencio sin la televisión y luego veré películas grabadas en vídeo con mis padres hasta la madrugada, o hasta que me entre sueño. Y bam, en menos de un segundo ya es otro año y hay mil cosas que me esperan, acechando a la vuelta de la esquina.

No me ilusiona. No me alegra. Para mí es otro año más, y lo siento como ese personaje desbloqueable que se muestra disponible cuando alcanzas un bonus determinado o cumples alguna misión en un videojuego. Ese personaje que no sabes que es, pero que te da curiosidad. Y la misión para desbloquear 2017 era terminar 2016. Y ya está, ya se está acabando. Ya está dando los últimos coletazos medio moribundo.

Y me preocupa. Y me da en todos los feels la nostalgia cuando vuelvo la vista atrás y pienso lo feliz que me hacían estas fechas de pequeña. La ilusión de la Navidad, de los Reyes... No sé donde quedó todo eso. No sé donde quedó esa niñita alegre que amaba pasar estas fechas en familia, rodeada de su gente.

Sea lo que sea que me espera este próximo año que se desbloquea, si puedo sacar algo bueno y que me anime considerablemente, —entre las poquitas opciones que hay— eso es el anime de Citrus. Lol. El anime de Citrus me anima.

Jojojo~ Seh.

¡FELIZ AÑO NUEVO A TODOS! xD
¡Ojalá este año que asoma los cuernos por la esquina, sea tan solo un poquito mejor que este!